Dr. Leonardo Romero's Obituary
Dr. Leonardo Fabian Romero, age 57, passed away unexpectedly in early October 2025. He was born in Mendoza, Argentina in November 1967, and moved to Santa Maria, California at the age of six where he spent most of his childhood. In 1992, he moved to Washington where he resided for the rest of his days.
An altar boy for several years, Leo grew up going to St. Mary’s where he would meet his former wife Francine. The two would go on to attend St. Joseph’s High School together. After Leo graduated from Cleveland Chiropractic College in Los Angeles, the young couple moved to Washington State where he pursued his dream of opening his own practice. Shortly before the birth of their first daughter in 1994, he opened the first of many clinics now known as Chiropractic Physicians. These clinics were not only his livelihood, but his passion, and provided first jobs to all three of his daughters.
In his 30+ years of experience, Dr. Romero prided himself as a practitioner and clinic owner. He also worked extensively as an expert witness and medical legal consultant on cases throughout the United States. From serving as a Commission Member and then the Chairman at the Department of Health, to working on test committees for the National Board of Chiropractic Examiners, to sponsoring local soccer leagues, Dr. Romero was always busy trying to better his local and professional communities. Being a Spanish speaking immigrant himself, he was especially passionate about serving the Hispanic community and ensuring excellent care to his patients. Regardless of someone’s spoken language, ability to pay, or legal status, Dr. Romero never turned down a patient in need.
An active member of the University of Western States, Dr. Romero also served on the Board of Trustees for many years, including Chairman of the Board in 2013. He valued education and giving back to his community above all else. To provide students with a dedicated space to learn and practice essential clinical skills, he sponsored the creation of The Romero Assessment Center. After his time on the Board, Dr. Romero was awarded the honorary title of Trustee Emeritus, recognizing him for his outstanding contributions. He was invited to speak at the American College of Chiropractic Consultants Conference this year, and was so excited to do so.
As an avid outdoorsman, Leo was happiest out in the woods, hunting, fishing, and simply enjoying the quiet and beauty of the Pacific Northwest. Those who knew him professionally were surprised to know that when he was not in a suit, he lived in flannels, carhartts and cowboy boots. He loved BMWs, Van Halen, home cooked food, working on cars, and spending quality time with his loved ones. Leo was well-rounded and somehow excelled in everything that he did. Anyone who knew him would agree that he was one of the most talented, driven and generous people they had ever met.
Leo is survived and missed by his three daughters Isabella, Dominique and Maria; girlfriend Leann; German sheppard Mila; and his first and only granddaughter Anna Maria. He will be forever cherished and remembered by his parents Marisa and Julio, and his siblings Marcelo, Javier and Lorena. His nephews, godsons, and many more who considered Leo family will also long mourn his loss— he was a friend, mentor, and inspiration to so many.
Leo’s family appreciates your presence in honoring and celebrating his life at the memorial service to be held at Saint Patrick’s Catholic Church on Wednesday November 5th at 11am. May his legacy carry on forever and remind us to never stop learning, always seek out opportunities to better ourselves, and take ownership of our decisions.
“May the work I have done speak for me”
El Dr. Leonardo Fabián Romero, de 57 años, falleció inesperadamente a principios de octubre de 2025.
Nació en Mendoza, Argentina, en noviembre de 1967 y se mudó a Santa María, California a la edad de seis años, donde pasó la mayor parte de su infancia. En 1992, se mudó a Washington, donde residió el resto de sus días.
Monaguillo durante varios años, Leo creció asistiendo a la iglesia de Sta. Maria, donde conoció a su exesposa, Francine. Ambos asistirían juntos a la escuela secundaria de San José. Tras graduarse de Cleveland Chiropractic College en Los Ángeles, la joven pareja se mudó al estado de Washington, donde Leo persiguió su sueño de abrir su propio consultorio.
Poco antes del nacimiento de su primera hija en 1994, abrió la primera de muchas clínicas que ahora se conocen como Chiropractic Physicians (Médicos Quiroprácticos). Estas clínicas no solo fueron su medio de vida, sino también su pasión, y les proporcionaron los primeros empleos a sus tres hijas.
En sus más de 30 años de experiencia, el Dr. Romero se enorgullecía de ser médico y propietario de una clínica. También trabajó extensamente como perito y consultor médico legal en casos en todo Estados Unidos. Desde su rol como miembro de la Comisión y luego presidente del Departamento de Salud, hasta su participación en comités de evaluación para la Junta Nacional de Examinadores Quiroprácticos y el patrocinio de ligas locales de futbol soccer, el Dr. Romero siempre se dedicó a mejorar sus comunidades locales y profesionales.
Siendo él mismo un inmigrante hispanohablante, le apasionaba especialmente servir a la comunidad hispana y garantizar una atención excelente a sus pacientes. Sin importar el idioma, la capacidad de pago o el estatus legal de cada paciente, el Dr. Romero nunca rechazó a un paciente necesitado.
Miembro activo de la Universidad de Western States, el Dr. Romero también formó parte de la Junta Directiva durante muchos años, incluyendo su presidencia en 2013. Valoraba la educación y la contribución a su comunidad por encima de todo. Para brindar a los estudiantes un espacio dedicado a practicar y aprender habilidades clínicas esenciales, patrocinó la creación del Centro de Evaluación Romero. Tras su paso por la Junta Directiva, el Dr. Romero recibió el título honorario de Fideicomisario Emérito, en reconocimiento a sus destacadas contribuciones. Este año, fue invitado a participar como ponente en la Conferencia del Colegio Americano de Consultores Quiroprácticos, y estaba muy emocionado por hacerlo.
Como un ávido amante de la naturaleza, Leo era más feliz en el bosque, cazando, pescando y simplemente disfrutando de la tranquilidad y la belleza del Pacífico Noroeste. Quienes lo conocieron profesionalmente se sorprendían al saber que, cuando no vestía traje, vestía franelas, ropa Carhartt y botas vaqueras. Amaba los BMW, a Van Halen, la comida casera, reparar coches y pasar tiempo de calidad con sus seres queridos. Leo era una persona integral y, de alguna manera, destacaba en todo lo que hacía. Cualquiera que lo conociera coincidiría en que era una de las personas más talentosas, motivadas y generosas que jamás había conocido.
A Leo le sobreviven y lo extrañan sus tres hijas: Isabella, Dominique y María; su novia, Leann; su perrita pastora alemana, Mila; y su primera y única nieta, Anna María. Sus padres, Marisa y Julio, y sus hermanos, Marcelo, Javier y Lorena, lo recordarán por siempre con mucho cariño y afecto. Sus sobrinos, ahijados y muchos más que consideraban a Leo parte de su familia también lamentarán su pérdida; fue amigo, mentor e inspiración para muchos.
La familia de Leo agradece su presencia en el servicio conmemorativo que se celebrará en la Iglesia Católica de San Patricio el Miércoles 5 de noviembre a las 11:00 a.m.
Que su legado perdure por siempre y nos recuerde que nunca debemos dejar de aprender, buscar siempre oportunidades para superarnos y asumir la responsabilidad de nuestras decisiones.
“Que el trabajo que he realizado hable por mí”.
What’s your fondest memory of Leonardo?
What’s a lesson you learned from Leonardo?
Share a story where Leonardo's kindness touched your heart.
Describe a day with Leonardo you’ll never forget.
How did Leonardo make you smile?

